jueves, 4 de abril de 2013

Capitulo 1


Me desperté agitada, otra vez el mismo sueño, llevaba soñando lo mismo desde hacía meses, soñando con aquel muchacho de ojos verdes esmeralda, cabello plateado, piel pálida y cuerpo escultural, pero lo que más me llamaba la atención de él no era su espectacular físico, sino el brillo que desprendía su mirada; era magnético y atrayente; estaban llenos de vida y también de un misterio que me atrapaban en ellos, me hipnotizaban de tal manera que no podía apartar la mirada de ellos, y la marca que llevaba en su espalda,  una triqueta idéntica a la que yo también tenía. Ningún Hijo de la Luna tenía una marca igual a la mía, ella era la culpable de que yo fuera “especial” y el verla en la espalda de aquel muchacho, me turbaba e inquietaba de una manera sorprendente y me hacía pensar si en verdad existiría la posibilidad de que yo no fuese la única con ese destino que los ancianos del clan decían que debía seguir.
Me levanté de mi cama y miré el despertador, eran las 6 de la mañana, todavía era temprano para bajar al comedor a desayunar , me dirigí hacia la ventana y miré a través de ella, el cielo estaba de color anaranjado, la luz de los primeros rayos de sol se filtraban a través de las ramas del bosque, iluminando las gotas de lluvia que la tormenta de la noche anterior habían dejado en las hojas, era una vista realmente hermosa, siempre solía ser bonita, pero ese día era especial, los rayos de sol desprendía un matiz especial casi mágico y eso despertó en mi el deseo de salir a pasear por el bosque del castillo.
Me dirigí al baño, me desnudé y me metí dentro de la ducha, abrí el grifo y dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo mientras cerraba los ojos e intentaba relajarme. Cuando empecé a sentir que la tensión que el sueño había dejado en mis músculos empezaba a desaparecer, abrí los ojos y salí de la ducha, envolví mi cuerpo con la toalla y me dirigí de nuevo hacia mi habitación para vestirme. Me puse unos vaqueros y una camiseta de manga corta básica, siempre me gustaba vestir de forma sencilla, a mi estilo, no me gustaba destacar más de lo necesario, es más lo odiaba; siempre había sido el centro de atención sin yo en verdad desearlo, por eso mi sueño era poder pasar desapercibida, ser como los demás chicos de mi clan, poder salir y entrar a mi antojo, sin tener que soportar siempre la vigilancia a la que me sometían.
Me miré al espejo y esté me devolvió el reflejo de una chica de 20 años, de estatura media, complexión delgada, cabello largo y negro como el ébano, ojos de un azul tan intenso como el zafiro, piel blanca como el marfil y labios finos y pequeños;  lancé un pequeño suspiro y comencé a recogerme el cabello en una cola alta, dejando unos cuantos mechones sueltos; nunca me había gustado mi aspecto, me hacia destacar demasiado, mi piel pálida chocaba con el contraste de pieles morenas que predominaban en todos los miembros del clan, una gran contrariedad teniendo en cuenta que somos Hijos de la Luna, de la diosa pálida; lo único de lo que estaba orgullosa de poseer eran mis ojos, mi padre siempre me decían que eran idénticos a los de mi madre, que poseían su mismo brillo y fortaleza y eso hacía que me sintiera más cerca de ella, ya que ella murió cuando apenas tenía unos meses de vida.
Aparté la mirada del espejo, prefería no pensar en eso, cada vez que recordaba a mi madre me entristecía y mi odio hacia los Hijos del Sol afloraba de nuevo, ellos fueron la que me la arrebataron, ellos la mataron cuando intentaba defender a mi clan y defenderme a mí; ellos me la arrebataron de mi lado, por su culpa tuve que crecer sin su cariño mientras veía como los demás niños tenían el cariño de sus madres; es cierto que tenía a mi padre y que él me quería con locura, pero no era lo mismo; papá casi siempre estaba reunido o viajando y apenas tenía tiempo para mí, esa era la gran desventaja de que fuera el jefe del clan.
Mientras pensaba en todo eso, me puse la cazadora y salí de mi habitación rumbo hacia el bosque. El castillo estaba desierto, el silencio reinaba en sus pasillos de piedra desnuda; todavía estaban todos durmiendo, así que salí despacio intentando no hacer ruido, papá no quería que saliera nunca sin vigilancia y me tenía totalmente prohibido adentrarme en el bosque, decía que era demasiado peligroso para mí.
Salí del castillo y me dirigí hacia el interior del bosque, adoraba pasear por él; me transmitía una paz y tranquilidad que sólo podía encontrar en él, anduve hacia su corazón y llegué a un prado inmenso, lleno de flores silvestres. Lo había descubierto hacía unos meses, en una de mis excursiones matinales furtivas y desde que lo había encontrado era mi lugar predilecto.
Me tumbé en la hierba, cerré los ojos y me sumergí en mis pensamientos, volví a recordar el sueño de aquella noche y de tantas otras desde que cumplí los 20 años; siempre era el mismo, era de noche y la luna llena brillaba en el cielo, era luna de sangre y su matiz rojo hacía que me sintiese poderosa, mi fuego prendía de mis manos con más fuerza de la habitual y con un extraño color verdoso que daba a mi piel un extraño brillo, me sentía hermosa y segura de mi misma como nunca antes, de repente una mano cálida me acarició la mejilla y fue descendiendo por mi cuello hacia mi pecho para terminar en mi cintura, su tacto era cálido y electrizante, despertaba en mi piel el más puro deseo y anhelo, sabía a quién pertenecía esas manos, sonreí y me volví, ahí estaba él, sus ojos desprendían el mismo deseo y anhelo que yo sentía, su sonrisa era capaz de atraparme y volverme loca, sus dulces labios despertaban la lujuria dormida en mí, el sonrió y acercó su boca a mi cuello y a mi oído susurrando unas palabras que no entendía pues mi cabeza sólo pensaba en besar sus labios, sentía que el tenia el mismo deseo y busqué sus labios con ansia animal y los besé pero en el momento que mi boca tocaban sus labios siempre despertaba; eso me turbaba e inquietaba; quería saber quién era él, por qué me hacía sentir así, suspiré e intenté relajarme  pero de repente escuché crujir las ramas y sentí como si alguien me observara. Me levanté rápidamente y empecé a correr hacia el castillo, sentía a mi espalda como alguien me perseguía, cada vez lo tenía más cerca; intenté correr más rápido, pero era inútil, fuera quién fuera era bastante más rápido que yo. Empecé a concentrarme para lanzarle una llamarada de mi fuego, pero antes incluso de que mis manos prendiesen, mi atacante se abalanzó contra mí y me tumbó en el suelo.
-¡Suéltame!-grité mientras intentaba zafarme de su agarre y prender mis manos- ¡Te lo advierto, suéltame o te arrepentirás!
- Si te tranquilizas te soltaré, pero primero cálmate y deja de gritar o tendré que taparte la boca- me respondió mi atacante- y te recomiendo que no intentes prender tu fuego.

-¡Me tranquilizaré cuando a mí me dé la gana!- dije con furia, entonces un rayo de luz solar se filtró entre las ramas de los árboles, permitiéndome poder ver su rostro. En cuanto lo vi me quedé petrificada y dejé de gritar, sus ojos eran de un poderoso color esmeralda, brillantes, intensos y atrayentes; eran sus ojos, los ojos del muchacho que aparecía desde hacía meses en mi sueños, aquél que era capaz de hacerme enloquecer con el simple tacto de sus manos, cuyos labios deseaba besar noche tras noche, el que llevaba casi 10 meses anhelando en secreto que llegase a mi vida.

2 comentarios:

  1. Me gusta me gusta, lo expresas todo muy bien, con lujo de detalles y con ese toque de fantasía, de irrealidad que nos gusta jejeje pero me ha sorprendido un poco algo... como es que siendo hija de la luna tiene el poder del fuego? es contradictorio pero de igual forma mola. Se supone entonces que sus enemigos son los hijos del sol no? vamos los malos quiero decir, y que rápido has sacado al principe de los sueños de la chica eh! jijiji :p Genial ;)

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  2. no has cambiado nada no? sigue siendo igual de corto que la última vez xD i sí es contradictorio fuego con luna.. io le pondría aire o agua.. i a los del sol fuego o tierra
    no está nada mal pero io la hubiera alargado más i la hubiera descrito màs a fondo todo porque eso para mí parece el prólogo xD pero bueno es pasable

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