No podía creer lo que veía, era imposible que existiese de
verdad, mi sueño no le hacía justicia para nada, era aún más hermoso en
persona; sus ojos eran de un color verde irreal, nunca había visto unos ojos
tan hermosos ni tan misteriosos; vestía una camiseta negra ceñida que dejaba
ver las líneas de su torso y unos vaqueros oscuros, su rostro reflejaba la
misma sorpresa que debía de reflejar el mío pues en cuanto la luz del sol
iluminó el prado donde estábamos su expresión de chulería y superioridad cambió
y dio paso a la sorpresa, al reconocimiento y sobre todo a la turbación. Soltó
mis muñecas y se alejó de mi, hacia la oscuridad de los arboles donde yo no
pudiese ver su semblante.
Me levanté del suelo, retiré de mi cabello las hojas que se
había enredado en el por culpa de la caída y lentamente me fui acercando hacia
donde estaba él, al ver mi acercamiento intentó huir
-Espera, no te vayas por favor -susurré – siento haber
intentado usar mi fuego contigo pero me asustaste de veras, no esperaba
encontrarme a nadie en el bosque y menos a estas horas de la mañana.
El muchacho se giró hacia mí y clavó su mirada en la mía y
entonces supe que estaba perdida.
Su mirada atrapó la mía al instante, en un segundo ya no
sentía el bosque a mi alrededor, no había nada más para mí que ese iris verde
esmeralda, esa mirada hipnótica que sentía como una intrusa mirando en mi
interior, hurgando mis más ocultos pensamientos, mis recuerdos y sentimientos,
iba reptando dentro de mi ser como un veneno mortal, observando cada rincón de
mi alma, desnudando mis más ocultos deseos y anhelos y llegando a mi corazón
destrozando en un segundo sus barreras como si fuera cristal. Una parte de mi deseaba parar esa intrusión,
me sentía expuesta y vulnerable permitiendo que un completo desconocido viese
mi interior cuando no se lo permitía a nadie salvo a Geibel, pero otra parte
más poderosa que la anterior me pedía que no cortase la y me hacía desear que
el conociese todos mis secretos.
Pero no solo él podía
ver a través de la mirada, sin pretenderlo me vi explorando cada milímetro de
su interior, pude ver su confusión al verme, su sorpresa al descubrir mi rostro
y sobretodo su miedo al descubrir que yo era real, cuando se dio cuenta de que
yo estaba dentro de él espiando, apartó sus ojos de los míos y se alejó aún más
de mí, hacia las sombras de los árboles, yo me quedé petrificada, no podía para
de jadear por lo que había sucedido; había podido ver como él también había
soñado conmigo, como había tenido ese mismo sueño pero a diferencia de mi, la
sorpresa de nuestro encuentro no había sido tan agradable para él y eso me
hacía sentir sorprendentemente mal.
-No vuelvas a hacer eso nunca más ¿me entendiste?- Susurró
entre dientes- Odio que miren a través de mi sin mi permiso y que yo sepa no te
di tal permiso
- Ni yo a ti tampoco – le espeté furiosa- pero como te
tomaste la libertad de hurgar dentro de mi cabeza creía que yo tenía el mismo
derecho, si no querías que lo hiciese no haberlo hecho, ¿a ti no te enseñaron
que hacer eso es una falta de respeto y educación o qué? Y por cierto, ¿quién
demonios eres tú y qué haces aquí?
Él sonrió y se acercó hacia donde yo estaba alejándose de
las sombras y pude ver en su rostro una sonrisa torcida de suficiencia que me
dejó sin aliento pero que a la misma par me crispaba los nervios.
-Perdona, he sido un maleducado no presentándome – me
respondió- Mi nombre es Damen, acabo de llegar esta mañana y andaba buscando la
entrada al castillo, este bosque es un verdadero laberinto y me perdí, cuando
te vi me acerqué para poder pedirte ayuda pero saliste huyendo en cuanto me sentiste.
- ¿Y no se te ocurrió nada mejor que placarme para pedirme
ayuda?- le increpé en tono mordaz, no podía evitarlo; es cierto que me atraía
muchísimo pero a la vez me ponía de los nervios su actitud de “Casanova” que
tenía conmigo y más después de haber visto lo que había sentido al verme y descubrir
que no le hacía mucha gracia haberme encontrado
El se quedó algo sorprendido con mi respuesta, se veía que
no estaba acostumbrado a que ninguna chica le contestase de ese modo y mucho
menos que no callesen rendidas a sus pies, según parecía eso era todo una
novedad para él y no le gustaba lo más mínimo.
-Lo siento, pero era la única forma de que no prendieses tu
fuego y te liarás a lanzarme llamaradas antes de que siquiera pudiese
preguntarte, ya que no hiciste caso a mis gritos.
- Pues te doy un consejo, la próxima vez que quieras
preguntarle algo a alguien procura hacer ruido cuando estés acercándote y no
hacerlo tan sigilosamente porque lo más normal que te pase es lo mismo que
ahora.
- Esta bien, consejo recibido – me respondió riéndose-
ahora, ¿Me puedes decir cómo puedo llegar al castillo? Me gustaría poder hablar
con el jefe del clan.
Su respuesta consiguió que dejara a un lado mi enojo y me
interesase más en él, me sorprendía que un forastero quisiera hablar con mi
padre; no solía recibir visitas de nadie salvo de los jefes de los subclanes
que había repartidos por todo el mundo cuando necesitaban comunicarle un asunto
muy urgente y la verdad es que Damen no tenía mucha pinta de ser uno de ellos,
no dudaba que poseía don de mando y prepotencia para dar y regalar como ellos;
pero era demasiado joven para que papá fuese aceptado darle una responsabilidad
tan alta.
-¿Y se puede saber el motivo por el cuál quieres hablar con Víctor?-
Pregunté curiosa
Él me dedicó una sonrisa de suficiencia y respondió – Pues
no, no se puede saber, eso es un tema que he de tratar con el personalmente o
con alguno de los superiores no con una niña curiosa como tú
-Mira chaval, no tienes ni idea de a quién te estás
dirigiendo, si lo supieras no me tendrías esos modos.
El comenzó a reírse a carcajada limpia y eso terminó por
colmar mi paciencia, me di media vuelta y puse rumbo hacia el castillo, no
podía creer cómo había podido fijarme en semejante cretino con aires de
Casanova del tres al cuarto; odiaba a ese tipo de personas que se creían
superiores a los demás y sobre todo a las que eran tan prepotentes y chulas,
por desgracia muchos de los muchachos de mi clan eran así y era por eso por lo
que no congeniaba bien con casi ninguno, no soportaba sus aires de superioridad
y de creerse mejor que el resto del mundo por el simple hecho de ser Hijos de
la Luna. Seguí avanzando rumbo al castillo, se estaba haciendo tarde y de
seguro Geibel estaría de los nervios si había llegado a mi habitación y había
descubierto mi fuga. De repente sentí como una mano agarraba mi muñeca y tiraba
de mí hacia atrás.
Caí sobre su pecho y quedamos mirándonos el uno al otro,
sentí como mi rostro se ponía rojo y sobretodo como el contacto con su piel
hacía que todas mis terminaciones nerviosas se despertasen y cobrasen vida de
una forma bastante embarazosa.
El me soltó y me dijo de forma avergonzada- lo siento, no
pretendí reírme de ti pero el tema que debo tratar con Víctor es sumamente
delicado y he de hacerlo con él personalmente.
Me quedé sorprendida, toda su prepotencia había desaparecido
dejando al descubierto a un Damen muy distinto, cortés y correcto, incluso algo
humilde al tragarse su orgullo y pedirme perdón.
-Está bien – respondí- acompáñame hasta el castillo, allí te
acompañará algunos de los guardias hasta su despacho.
Comencé a andar de nuevo, el iba detrás mía en silencio, no
entendía que me había pasado cuando me tocó, por Selene, es un prepotente ¿cómo
puede ser que con el simple tacto de sus manos sobre mi muñeca haya conseguido
que mis hormonas se descontrolasen tanto? No entendía mi reacción, evite
mirarlo durante todo lo que duró el trayecto pero ni decir que fracasé, no
podía evitar mirarlo furtivamente de vez en cuando y podía ver como estaba
sumido en sus propios sentimientos y estaba tan turbado como yo o incluso más.
Cuando llegamos a la puerta del castillo le indiqué a uno de
los guardias que le guiase al despacho de papá y me dirigí a mi habitación sin
despedirse siquiera
- Muchas gracias, Bianca- gritó a mis espaldas
Me paré en seco y me giré bruscamente hacia él, me dedicó
una sonrisa y se dio la vuelta tras el guardia. No le había dicho mi nombre en
ningún momento entonces, ¿Cómo lo supo?
sigue pareciendo poco i parece interesante por ahora. El nombre de Victor i Selene me hicieron gracia xD aparecen en la mía podrías currarte los nombres xD i bueno la escena de echarse para atrás i esconderse en la penumbra del bosque es algo que hago io me gusta desaparecer en la sombra para ocultarme. i me gustó ver lo que veían sus ojos. Espero con ansía el siguiente
ResponderEliminarBueno el nombre del padre de Bianca desde un principio se iba a llamar asi, desde que empecé a pensar en escribirla pero en tu novela ningun personaje se llama selene no? Pues la verdad esque en esa escena precisamente no tenia en mente tu caracter solo salió asi, pero por el caracter de Damen lo vi idóneo, pero bueno ya sabes en quien me inspiré. Pues quedate con la escena de los ojos, va a tener mucho peso en los siguientes encuentros entre ellos
EliminarNo sabia que tambien podían entrar en el interior y conocer lo que esconden.. eso es interesante, me gusta como describistes en el primer encuentro de Damen y Bianca, a ella se le ve muy rebelde y al otro muy chulo y prepotente, vaya al estilo 50 sombras de Grey, eso lo hace interesante. Seguramente Damen ya sabe que es hija de Víctor, si tiene ese poder de entrar en ella, o quizás por otras razones pero creo que lo sabe, me gusta como el rumbo que lleva.
ResponderEliminar